Carta a un virus real
Coronavirus: C arta a un virus real Te escribo estas líneas para pedirte que te ubiques. Hace doce años estoy escribiendo una serie de libros que aún están ineditos, y ahora que —finalmente— estoy a punto de terminarlos, vos venís y pretendés escupirme el asado. La verdad es que no es justo que porque a vos se te cantó surgir de la cruza de un murciélago y una sopa de tiburón, vengas a arruinarme los planes extinguiendo a la población mundial antes de que logre publicar mis novelas. ¿Quién te pensás que sos? ¿La peste negra? ¿La fiebre española? ¡Dejate de joder! Te ruego un poco de solidaridad y empatía con todos los que tenemos un sueño y muchas cosas por hacer. Dejate de hinchar y volvé a tus cosas. Si querés, date una vueltita dentro de unos años. Para entonces estaremos menos ocupados y, probablemente, tengamos lista una recepción apropiada para tu desagradable presencia. Bastante tenemos ya con el dengue, el hambre, los terremotos